EL APASIONADO PROCESO ELECTORAL

Como todos sabemos, en México estamos a menos de dos semanas de la Elección Presidencial, y en el caso de la Ciudad de México también de elegir al próximo Jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como de Diputados (Locales y Federales) y Senadores. Y si algo ha caracterizado a este proceso electoral es que, tal como fue el anterior, ha estado muy 'caliente' no entre los candidatos, sino entre los electores, es decir, el 'pueblo'.

Da la impresión que mucha gente está casada con, y cree ciegamente en su candidato al grado de convertir une elección en una muy apasionada guerra. Es curioso ver que en épocas electorales, todos se olvidan de aquello que siempre decimos en torno a los políticos y que irremediablemente el candidato de cada individuo es el único que no entra en aquella clasificación de "todos son iguales", porque todos los demás si lo son y por eso no cuentan con la simpatía de una persona en particular.

Que si el candidato, que si el partido, que si el sexenio. Muchas son las razones que hacen que cada quien elija por quien votar o por quien no votar, lo cual desde luego es válido, aunque creo que se cae en la exageración y en un apasionamiento que no debería ser. Entendiendo que muchas de las personas que acuden a los mítines son acarreados o reciben algo por estar ahí echando porras, me queda claro que también hay gente que va porque quiere ir y porque cree en el proyecto de determinado candidato aunque suelen entregárseles de una forma desmedida.

¿Por qué hablo de apasionamiento?. Porque la gente con tal de defender a su candidato es capáz de agarrarse a golpes con quienes apoyan a otro o critican al suyo. De hecho lo comentaba el otro día con un amigo, actualmente la gente 'le va' a un candidato tal como 'le va' a un equipo de futbol, y es que lo apoyan y para ellos es el mejor, sin embargo no lo cuestionan en lo absoluto. Como dije antes, su candidato es el único perfecto y al que no le aplica esa etiqueta que dice que es igual -de ratero, corrupto, etc- que los demás.

Desde luego que una Elección Presidencial tiene su importancia y negarlo sería tan absurdo como lo es el apasionarse tanto y defender a capa y espada a una persona que nisiquiera sabe que existimos como individuos y que si llega al poder lo hará sin conocernos, sin saber quienes somos y desde luego, sin preocuparse en lo más mínimo por cada una de las personas que le hizo la fiesta o le movió la colita durante su campaña.

¿Vale la pena apasionarse tanto?. Desde luego es nuestra obligación el ser partícipes del proceso electoral pero me parece que eso no quiere decir que tengamos que cegarnos, ni pelearnos con nadie. Por el contrario, me parece que tenemos que ser muy responsables, informarnos y tomar una decisión evitando caer en provocaciones que tal como ha sucedido terminan en situaciones de violencia por algo que no lo amerita y que nunca lo ameritará.