LA COMIDA MÁS BARATA DE LA HISTORIA

Domingo en casa, aproximadamente a las 17:00 Hrs.

Mi señora madre entra a la cocina para calentar la comida y así poder sentarnos a la mesa. En eso me acerco a ella y le digo "Yo invito la comida". Acto seguido me siento frente a mi computadora y abro la página de Pizza Hut mientras recuerdo que tengo cupones de Domino's cortesía de Cinépolis.

Entonces, al no encontrar alguna promoción atractiva de Pizza Hut saco los cupones, analizo las opciones y llamo para hacer el pedido. 3 minutos después suena el teléfono y me dicen que mi total será de $310 pesos, que si si voy a querer el pedido -quizá me escucharon muy miserable-. Por supuesto les digo que está bien ya que mis matématicas me habían dado el total desde el momento mismo en que estaba haciendo la orden.

De esa forma me confirman el pedido a las 17:20 Hrs, situación que irremediablemente nos indica que a más tardar deberemos tener la comida lista a las 17:50 Hrs., con ello, tengo tiempo suficiente para darme un regaderazo e intentar sacudirme el insoportable calor que hacía pese a ser una tarde nublada.

Lo hago y al salir del baño (17:45 Hrs.) supongo que el timbre está por sonar. No fue así. A las 17:55 Hrs. llamó de nueva cuenta y les informo que no he recibido mi pedido, me comentan que ya me entregaron o que deben estar por hacerlo que esté al pendiente del repartidor.

Como para ese momento un servidor tenía ya mucha hambre -de hecho desde las 3- estaba esperando escuchar la moto para que de esa forma llegara la comida. A las 18:05 Hrs por fin se escuchó solo que al parecer estaba perdido porque daba vueltas tocando el claxon. Al darme cuenta que estaba perdido bajé las escaleras (5 pisos) y salí a la calle para que por fin, 47 minutos después de que me habían confirmado, recibiera las pizzas y demás complementos.

Le hago la observación al repartidor del tiempo que se tardaron en entregar y pese a que por teléfono me habían dicho que no aplicaba la garantía de 30 minutos le pregunté si aplicaba. Dijo desconocer y llamó a la tienda, ahí el gerente le dijo que si, situación que indicaba que un servidor se estaba ahorrando $ 310 pesos -menos $ 20 de la propina al repartidor-. 

Lo único que me pidió el repartidor fue que volviera a llamar para informar que el pedido había sido gratuito. Ya por teléfono la señorita que me atendió me quiso regañar diciendome que solo habían llegado 2 minutos tarde y que la garantía no aplicaba hasta la puerta del departamento. Le hice la observación que fueron 17 minutos y que yo salí a la calle a buscar al repartidor indicándole que de ninguna manera se hacen 17 minutos de ahí a la puerta del departamento.

Así pues, invité la comida y ésta me costó 20 pesos. Lo mejor es que aún quedó pizza e incluso canelazos -aunque los muy weyes no mandaron el dulce de cajeta que los acompaña-.

Gracias Domino's! (aunque sigo prefiriendo las de Pizza Hut y Benedettis).