Antes de comenzar a leer este libro escrito por Néstor Medina estaba muy inseguro sobre si en realidad quería hacerlo o bien, si éste debería esperar por tiempo indefinido en el librero antes de ser leído. ¿La razón?, me parecía que podía tratarse de un libro muy político toda vez que trata sobre sucesos acontecidos durante la dictadura militar de los años setenta y ochenta en Argentina.
La sinopsis en la parte posterior del libro es un tanto clara en cuanto al tema que se trata aunque deja abierto el que tan político o personal puede ser el texto escrito por el autor. Afortunadamente es lo segundo, es decir, una experiencia personal que aún cuando no se aleja del todo de la situación política vivida en aquel país durante esa época no habla de ésta más allá de lo estrictamente necesario.
A lo largo de 147 páginas, Néstor Medina, radicado en nuestro país al momento de escribir el libro, narra una a una las diferentes experiencias que vivió durante más de 4 años de cautiverio a manos de la 'justicia' argentina.
Comenzando con una breve descripción de lo que había sido su infancia y adolescencia, así como su ingreso al mundo laboral, el autor comienza a atrapar al lector con un sin fin de detalles en torno a lo que era -y en lo que convirtieron- una vida feliz al lado de su pequeña hija y de su mujer, Graciela, quien también fue víctima de la dictadura y hecha presa poco tiempo después que él.
Mas allá de lo crudo que pudieran resultar algunas de las experiencias vividas por Medina, el libro es tan personal que lejos de ser un relato lleno de amargura y odio es un recuento de todas las situaciones -buenas y malas- que vivió desde su encarcelamiento hasta su liberación y su posterior exilio en México.
En el libro podemos leer desde las torturas tanto físicas como psicológicas de las que él y otros fueron objeto desde las mismas oficinas de gobierno hasta lo sufrido y vivido en el interior del penal de Villa Las Rosas en la ciudad de Salta, pasando por los traslados a las ciudades de La Plata y Buenos Aires.
De igual forma se narran las desapariciones de algunos compañeros, los maltratos sufridos y las visitas de sus familiares en el penal, sin olvidarse de los buenos momentos que pasó con esos compañeros que habitaban el pabellón destinado para los presos políticos y con los que nació una hermandad que perduró incluso después de la liberación de todos ellos.
En lo personal me gustó mucho el libro, quizá más de lo que suponía o esperaba. Me parece que es de esos libros que línea a línea van atrapándote hasta llegar a la última página.
Título: Tiempo de Hienas (En el Sur)
Autor: Néstor Medina
Año: 2007
Gracias por la recomendación. Espero conseguirlo por lo menos en un PDF.
ResponderBorrarSe lee muy interesante.
ResponderBorrar(Y no es por dar el avión)
Es difícil a veces poder hacer caso a las recomendaciones de cualquier tipo. En lo personal me falta tiempo,. y escojo libros muy largos, siendo que leo varias horas al día (cuestión de transporte), no es tanto como quisiera, luego, llego a la librería y se me borran los títulos que he pensado querer comprar.
Total la imagen de Tiempo de hienas (en el sur), jamas lo podría olvidar.
Besos!
Vaya que lees mucho, yo lo hago en las noches nomás por eso no termino je.
ResponderBorrarSaludos.
@ Danny
ResponderBorrarCreo que si vale la pena.
Saludos!
@ Natali
Igual yo me olvido de los nombres de los libros. De hecho muchas veces me pasa lo mismo con las películas, por ejemplo los nombres de los directores.
Besos!
@ Malquerida
Pues le hago la lucha, tampoco te creas que me la paso leyendo todo el tiempo.
Besos!
Brother
ResponderBorrarLa decada de los 70's trajo a muchos hermanos Argentinos y Chilenos a buscar refugio en Mexico, yo tuve el gusto de tener compañeros de primaria cuyas familias llegaron a Mexico para alejarse de las dictaduras en sus paises.
Todavia cuando pase por la universidad tuve (muy buenos) profesores de Argentina y Chile, que ampliaron nuestro horizonte y percepcion de lo que se vivio en Sudamerica.
Saludos
Lalo/TKT
@ Lalo
ResponderBorrarHasta ahora no me había tocado saber de alguien que hubiera tenido conocidos exiliados en nuestro país.
Saludos!