Tenía mucho tiempo que el desempeño futbolístico y los resultados de Necaxa no conseguían ilusionar a la afición como lo ha hecho el actual plantel del equipo, y creo no equivocarme en decir que durante días recientes pasó por la mente de muchos la posibilidad de un doblete Liga-Copa, mismo que por lo menos durante este semestre ya no será posible.
Anoche Necaxa se despidió de la injustamente criticada Copa MX después de caer ante Dorados en el partido de Semifinales. La derrota duele y en lo personal puedo decir que duele mucho. No sé si podría hablar de decepción aunque analizando las cosas, me parece que lo que el equipo hizo fue precisamente eso, decepcionar a todos quienes lo hacíamos ya jugando la Final del torneo en el Estadio Victoria.
La derrota duele más porque no la esperábamos debido a que las propias actuaciones del equipo nos hacían sentir como claros favoritos y porque sentíamos que el Victoria era una fortaleza inquebrantable. Duele porque ex-necaxistas nos festejaron en la cara y a domicilio, y porque en el papel, respetando desde luego al rival, somos mas equipo que Dorados.
Aquel equipo que apenas nos alcanzó a empatar hace un par de semanas en su casa llegó a Aguascalientes y acabó con un largo invicto de Necaxa como local ganándonos sin objeciones, haciendo lo que tenía que hacer y debido a que nuestro equipo no fue capáz de hacer lo propio.
Dorados no nos ganó porque haya sido mejor o porque haya generado mayor peligro. Nos ganó gracias a un error de Armando Navarrete, otro de Michel Gibrant, y por la mala suerte de Carlos Hurtado. Además debido a que nuestra delantera no fue capáz de definir las oportunidades que tuvo, cosa que ellos si hicieron en ambas anotaciones.
Hoy todos culpan al guardameta, mismo que se equivocó de fea manera y a quien sería absurdo tratar defender después de esa acción. Sin embargo en lo personal yo no lo tacharía de culpable o cuando menos como el único culpable. Es cierto que la posición de portero es la más ingrata y que un error por lo general cuesta un gol. Pero también es cierto que un error en la definición también cuesta un gol que no se marca.
Sin afán de crear polémica o de señalar a mas 'culpables' puedo decir por ejemplo que Danny Santoya falló un mano a mano o que Olascoaga pecó de egoísta en otra acción que pintaba para mucho. Y así podríamos mencionar varias jugadas aunque creo que no tiene mucho caso el hacerlo.
Hoy Navarrete es el 'apestado', al que todos señalan olvidándose que una gran atajada suya evitó un gol del Toluca al final del encuentro de Cuartos de Final, gol que de haber caído no hubiera permitido a Necaxa llegar a esta instancia de Semifinales. ¿Por qué culparlo a él?. A final de cuentas después de su error -grave, si-, Víctor Lojero empató el partido.
No se trata de buscar culpables, pero ¿Por qué no medir con la misma vara?. ¿Por qué no creer que los errores de Santoya, Orozco, Gibrant u Olascoaga -entre otros- son igual de graves?. Sin señalar un culpable, podría pensar que Jaime Ordiales es en todo caso tanto o más que Navarrete, ya que su extraña rotación podría evitar que los guardametas -Navarrete y Salcedo- no terminen de tomar ritmo.
Ordiales nos vendió la idea de tener a un portero 'titular' -entre comillas- para la Liga y a uno 'suplente' -también entre comillas- para la Copa, sin embargo los ha rotado a placer sin permitirnos saber siquiera cuál es el titular o quién parará en determinado partido. Como dije, no se trata de buscar culpables, Necaxa perdió porque no jugó como había hecho y ante esto solo podemos esperar que la derrota sea una llamada de atención a tiempo y que el equipo haya aprendido la lección de cara a la liguilla.
y eso que celebraron el gol como CR7 hahahaha ni pedo
ResponderBorrar@ Reptilio
ResponderBorrarExceso de confianza fue la clave. El equipo al igual que los aficionados, se veía ya en la Final... y como era en casa, peor.
SAludos!