CRONICA DE UNA NOCHE TRISTE (Segunda Parte)

Primera Parte Aquí

Comenzó el partido y a los pocos segundos Alfredo Moreno estuvo a punto de inagurar el marcador con un balón bombeado que cayó en el travesaño y que por poco se convierte en gol. Un par minutos después el ánimo decae cuando el primer reporte desde Monterrey nos dice que al minuto 2 Tigres ya gana su partido, situación que hacía que nuestro resultado importara poco porque el triunfo felino irremediablemente nos condenaba al decenso.

Por si faltara algo, en un tiro de esquina America anota un gol que hunde aún más nuestras esperanzas, los ojos llorosos comienzan a verse en las personas con playera rojiblanca, la esperanza de ver al equipo rescatar la situación en el lugar del cual no debió salir se esfuma. Necaxa se ve frío y sin capacidad de reacción, pocos jugadores corren o muestran ganas de querer sacar esto adelante. Sin lograr crear peligro y sin mas cambios en el marcador en Monterrey terminan los primeros 45 minutos. Da la impresión que necesitamos un milagro.

Comienza el segundo tiempo, de a poco Necaxa parece querer buscar algo o al menos muestra una mejor disposición para buscar rescatar algo de lo mucho que perdió en los ultimos 3 años. Mientras esto pasa hay movimiento el el 'Uni', Morelia empata el partido y le da un poco de esperanza a mi equipo, el sonido local anuncia eso pero el equipo se ha vuelto a enfriar, los mismos de siempre son los que corren y luchan por la causa. Vienen los cambios y de nuevo el equipo parece buscar con todo mientras esperamos que en Monterrey nos den otra ayudadita.

Hacia el final del partido Necaxa tiene oportunidades que se fallan increíble y miserablemente a la vez. Las que no se fallan las saca aquel portero al que tanto despreciamos, pero la situación está tan mal y todo se ve tan perdido que nisiquiera pensamos en que ese infeliz no nos deja anotar. Otro mal partido del equipo, quizá el ultimo y una de esas noches en las que parece que nada de lo que se haga va a permitir que el balón entre a la portería.

Se agregan 3 minutos al tiempo que el otro partido que nos interesa termina empatado, lo que significa que si no hacemos 2 goles nos despedimos, 3 minutos despues pasa lo segundo cuando Francisco Chacón da por terminado el partido dando el silbatazo final. Si, terminó el partido y oficialmente Necaxa está por primera vez en su historia descendido.

Las lágrimas comienzan a inundar las tribunas del azteca, muchos aficionados lloran a su equipo y ésta derrota que sin duda es la mas dolorosa en casi 86 años de historia del Club Deportivo Necaxa, los jugadores se van en silencio, sin voltear a la tribuna, no se ve ningún gesto de agradecimiento a la afición que este torneo se hizo presente en varias plazas como hacía mucho no pasaba. Hay lágrimas en algunos jugadores y "lágrimas" en la mayoría.

Comienzan las burlas para algunos necaxistas, los abrazos y palabras de aliento para muchos mas. Un par de aficonados se quitan la playera y la avientan al campo, otros se retiran así nada más. Muchos lloran (lloramos) mientras nuestros amigos nos abrazan. El estadio poco a poco se va quedando sin gente. Atrás de mí hay una joven que llora desconsolada en los brazos de su novio, ambos visten en tonos rojiblancos. La gente se sigue marchando.

Los que nos quedamos aún con lágrimas en los ojos solo vemos al campo, sin decir nada en una especie de soledad colectiva. Vemos esa cancha en la que nos acostumbramos a ver a nuestro equipo, esa cancha en donde compartimos triunfos y títulos con el equipo que en algún momento de nuestras vidas nos enamoró, aquel equipo al que seguiremos sin importar la liga en la que juegue.

Pasadas las 11 de la noche el Estadio Azteca sigue quedandose vacío mientras seguímos observando la cancha como aún no creyendo la falta de corazón de unos jugadores que nunca merecieron vestir la camiseta de Necaxa y que en el que era el partido más importante no mostraron ni amor propio o respeto por la misma camiseta o la institución que les dió de comer. El personal de seguridad nos invita a salir pero la mirada sigue clavada en la cancha sin hacer caso del llamado que nos hacían las autoridades para que abandonaramos el lugar.

Es casi media noche y estamos en el estacionamiento del estadio, rodeados de viejos amigos que igual que nosotros sufren el descenso de nuestro equipo. ¿Que queda?... Solo irnos a casa y esperar que como decimos sea "solo un año" para nuestro regreso...

Awante Neca!