Si, ya sé que ya pasó tiempo pero tal como mencioné hace unos días decidí publicar este post un tanto mas "personal" sobre el partido entre America y Necaxa en el Estadio Azteca (9 de mayo 2009), mismo partido que definió el descenso de mi equipo a la Primera División "A". Entonces decidí (con la siempre importante opinión de mi novia -ella manda-) "desenlatarlo". Esta es la primera de 2 partes...
El camino lo sabemos de memoria porque es un lugar al que fuimos infinidad de veces, era el lugar que se había convertido en nuestra segunda casa, un lugar en el cual de haberse hecho un inventario en cada partido que Necaxa disputó ahí nosotros figuraríamos en el. Ese lugar era nuestra casa y era (o es) la verdadera casa de nuestro equipo.
La tarde del sábado 9 de mayo fue diferente a la gran mayoría de las tardes, ese día nuestro Necaxa jugaba quizá el partido más importante de su rica historia de 86 años, ese día nuestro Necaxa tenía de nueva cuenta los ojos del medio futbolístico sobre él, ese día nuestro equipo saldría a la cancha para intentar rescatar algo de lo mucho que había perdido en los ultimos años.
Quizá se podría comparar el sentimiento existente durante las horas previas al juego a aquello que se siente previo a una final. Hay mucha nervio, hay mucha ansiedad y quizá en menor medida hay esperanza de que saldremos sonriendo y con el resultado favorable en la mano, cosa que al final del día lamentablemente no sucedió.
Conforme se acerca la hora del juego, el nervio crece y te das cuenta que no es lo mismo. Disputar un descenso en un partido es una experiencia que no se puede comparar a disputar un campeonato. Si juegas por un campeonato y pierdes no pasa nada, ya tendrás tu revancha y otra oportunidad para buscarlo, en cambio si pierdes la lucha por no descender no sabes si tendrás revancha y el futuro se vuelve muy incierto. El saber eso hace que sea una experiencia poco agradable aún antes del silbatazo inicial.
Esta vez optamos por llegar temprano, después de comer nos dirigimos a ese lugar en el que nos habíamos acostumbrado a reír, a corear goles, a ver a nuestro equipo ganar partidos y ganar campeonatos. Nos dirigíamos a ese lugar del cual salimos felices muchas veces. Llegué al estadio en compañia de mi mejor amigo y ahí era el punto de reunión con el resto de los necaxistas y no necaxistas, mientras esperabamos, ya con los boletos en nuestro poder se acercó una persona, se trataba de un periodista de la agencia AP que nos hizo una breve entrevista con la cual elaboró una nota, misma que está en este post.
Finalmente llegaron los demás, era un partido importante y por tal motivo una mayor cantidad de amigos decidimos ir juntos al partido, entre hombres y mujeres eramos 5 necaxistas, 2 americanistas, 1 puma, 1 chiva (con jersey de Necaxa) y otro americanista mas (tambien con jersey de Necaxa). Una de las chicas llegó y nos repartió cubrebocas a todos, nos los pusimos y estando completos ingresamos al estadio.
Era extraño el saber que volvíamos a ese lugar para ver quizá el ultimo partido de nuestro equipo en Primera División. Pasando la revisión de rutina se nos dió un gel antibacterial que hubo gente que no sabía que era y pensando quizá que era como crema se lo puso en la cara y brazos como si se tratara de un tratamiento facial o para humectar la piel, la desinformación a pleno cuando se vivía aún la contingencia por el virus de la influenza.
Entramos y sin acatar las medidas de la FMF nos sentamos todos juntos, como amigos, como hermanos sin importar nuestra camiseta. Faltaban solo unos minutos para el comienzo del partido y la tensión crecía a cada segundo. No recuerdo quien salió primero a la cancha, pero cuando salió Necaxa el nervio cambió por ansiedad, queríamos que empezara el partido y que los jugadores pelearan con todo por esa histórica camiseta que portaban y que los nosotros aficionados tanto queremos...
El camino lo sabemos de memoria porque es un lugar al que fuimos infinidad de veces, era el lugar que se había convertido en nuestra segunda casa, un lugar en el cual de haberse hecho un inventario en cada partido que Necaxa disputó ahí nosotros figuraríamos en el. Ese lugar era nuestra casa y era (o es) la verdadera casa de nuestro equipo.
La tarde del sábado 9 de mayo fue diferente a la gran mayoría de las tardes, ese día nuestro Necaxa jugaba quizá el partido más importante de su rica historia de 86 años, ese día nuestro Necaxa tenía de nueva cuenta los ojos del medio futbolístico sobre él, ese día nuestro equipo saldría a la cancha para intentar rescatar algo de lo mucho que había perdido en los ultimos años.
Quizá se podría comparar el sentimiento existente durante las horas previas al juego a aquello que se siente previo a una final. Hay mucha nervio, hay mucha ansiedad y quizá en menor medida hay esperanza de que saldremos sonriendo y con el resultado favorable en la mano, cosa que al final del día lamentablemente no sucedió.
Conforme se acerca la hora del juego, el nervio crece y te das cuenta que no es lo mismo. Disputar un descenso en un partido es una experiencia que no se puede comparar a disputar un campeonato. Si juegas por un campeonato y pierdes no pasa nada, ya tendrás tu revancha y otra oportunidad para buscarlo, en cambio si pierdes la lucha por no descender no sabes si tendrás revancha y el futuro se vuelve muy incierto. El saber eso hace que sea una experiencia poco agradable aún antes del silbatazo inicial.
Esta vez optamos por llegar temprano, después de comer nos dirigimos a ese lugar en el que nos habíamos acostumbrado a reír, a corear goles, a ver a nuestro equipo ganar partidos y ganar campeonatos. Nos dirigíamos a ese lugar del cual salimos felices muchas veces. Llegué al estadio en compañia de mi mejor amigo y ahí era el punto de reunión con el resto de los necaxistas y no necaxistas, mientras esperabamos, ya con los boletos en nuestro poder se acercó una persona, se trataba de un periodista de la agencia AP que nos hizo una breve entrevista con la cual elaboró una nota, misma que está en este post.
Finalmente llegaron los demás, era un partido importante y por tal motivo una mayor cantidad de amigos decidimos ir juntos al partido, entre hombres y mujeres eramos 5 necaxistas, 2 americanistas, 1 puma, 1 chiva (con jersey de Necaxa) y otro americanista mas (tambien con jersey de Necaxa). Una de las chicas llegó y nos repartió cubrebocas a todos, nos los pusimos y estando completos ingresamos al estadio.
Era extraño el saber que volvíamos a ese lugar para ver quizá el ultimo partido de nuestro equipo en Primera División. Pasando la revisión de rutina se nos dió un gel antibacterial que hubo gente que no sabía que era y pensando quizá que era como crema se lo puso en la cara y brazos como si se tratara de un tratamiento facial o para humectar la piel, la desinformación a pleno cuando se vivía aún la contingencia por el virus de la influenza.
Entramos y sin acatar las medidas de la FMF nos sentamos todos juntos, como amigos, como hermanos sin importar nuestra camiseta. Faltaban solo unos minutos para el comienzo del partido y la tensión crecía a cada segundo. No recuerdo quien salió primero a la cancha, pero cuando salió Necaxa el nervio cambió por ansiedad, queríamos que empezara el partido y que los jugadores pelearan con todo por esa histórica camiseta que portaban y que los nosotros aficionados tanto queremos...
Continuará...
si vi el partido, y me dio mucho coraje la forma en como se dieron las cosas. en fin.
ResponderBorrarver a gente apoyando hasta el ultimo minuto, con la esperanza de alcanzar el triunfo, y salir con el animo por los suelos, es algo que hasta a mi, que no simpatizo mucho con el equipo me hizo sentirme triste...
Eso...eso que dijiste que no es lo mismo vivir una final a un descenso es muy cierto...bueno, no lo he vivido y espero que nunca pase..pero si debe sentirse muuuy feo, sobre todo una impotencia de no ser tu quien tiene el mando o quien tiene el balón...tu sólo tenías la esperanza, el amor y el apoyo que siempre le has dado a tu equipo..
ResponderBorrarBesos amor! :*
ALMENDRA:
ResponderBorrarY lo peor fue que los jugadores no mostraron nada, como en su momento puse aquí "Nos morimos de nada"
Besos!
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MISH:
Sipos, no es lo mismo... lo peor es esoq ue dices, la impotencia y el ver que a ellos les vale.
Besos amor!*
pero Traker, vele el lado positivo, que padre se ha de sentir la final para volver a ascender, no crees???
ResponderBorrar=p MANDILÓN!
ResponderBorrarJIJI...
ALMENDRA:
ResponderBorrarEl problema es que aun no llegamos a la final y con la manera de 'reforzarse' desde ya veo dificil que lleguemos :(
Besos!
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SERCH:
Pos pa' que digo que no es cierto?... Si es cierto. Tu hermana manda!
Mmmm... ademas... todos siempre nos ponemos el mandil, a poco tu no?
Saludos!