EL CLUB DE LOS SUICIDAS

Posiblemente este libro escrito por Robert L. Stevenson sea uno de los que más tiempo he tardado en leer. Y no es porque sea un libro muy grande o muy pesado, sino porque llegó a mis manos en uno de esos muchos ratos en meses recientes en los que sencillamente abandoné la lectura, hábito que recobré en los últimos días.

'El Club de los Suicidas' es un libro pequeño que incluye, por decirlo de alguna manera, dos sagas de cuentos que fueron publicados originalmente en 'The London Magazine' en el año de 1878 y que formaron el Volumen 1 de 'Latter-day Arabian Nights' o 'Cuentos de los últimos días de las mil y una noches' por su título en español.

Las dos sagas a las que me refiero tienen algunos personajes comunes y son 'El Club de los Suicidas' y 'El Diamante del Rajá'. En lo personal disfruté más la segunda de estas, misma que se me hizo más ágil y en la que el lenguaje 'antiguo' no es tan marcado como en las historias de la primera saga.

Los cuentos de 'El Club de los Suicidas' son: 'Historia del Joven de los Pasteles de Crema', 'Historia del Médico y el baúl de Saratoga' y ' La Aventura de los Cabriolés', de las cuales si hubo una en particular que disfruté fue la segunda, aunque en las tres me quedó la impresión de que al autor le urgía terminar de tajo con las historias, llegando a un desenlace un tanto precipitado para mi gusto.

En la saga de 'El Diamante del Rajá' cambia por completo esta situación y sin duda las cuatro historias que componen esta parte del libro son mis favoritas. Esas historias son: 'Historia de la Caja de cartón', 'Historia del Joven Eclesiástico', 'Historia de la Casa de las Persianas Verdes' y 'La Aventura del Príncipe Florizel y de un Detective​'.

En especial la 'Historia de la Caja de Cartón' y 'La Aventura del Principe Florizel y de un Detective' son las que más me gustaron de este libro que como mencioné, pese a su tamaño me duró mucho más tiempo del que debía haberlo hecho. La saga del Diamante del Rajá ayudó en mucho para que mi percepción del libro fuera positiva.

Silas recordó dónde estaba y que se acercaba la hora en la que debía hallarse en el lugar indicado. Cuanto más reflexionaba tanto menos le seducía la situación, y como en ese momento un remolino de la multitud comenzara a empujarle a la puerta, se dejó llevar sin oponer resistencia. El tumulto le llevó a una esquina bajo la galería, en la cual sus oídos fueron heridos por la voz de Madame Zéphyrine.

Título: El Club de los Suicidas (y otros cuentos)

Título Original: The Suicide Club

Autor: Robert Louis Stevenson

Páginas: 163

Año: 1882

Editorial: Siglo Veintiuno