No, no voy a hablar de mi 'festejo', mismo que consistió en ver por televisión el denigrante y patético espectáculo circense que se presentó en uno de los escenarios montados en la plancha del Zócalo y el levantamiento del 'Coloso', para posteriormente caer en los brazos de Morfeo justo cuando comenzaba la cadena nacional para la ceremonia del Grito de Independencia a cargo del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Morfeo me soltó cuando mi señora madre me avisó que la cena estaba lista, así pues y sin alcohol de por medio -cero alcohol- mientras cenábamos ví la ceremonia del Grito diferida por 1 hora. Después las proyecciones sobre la Catedral Metropolitana en lo que para mi gusto fue lo único digno de todos los festejos que se realizaron el miercoles pasado. Incluso hay quienes afirman, ante lo espectaculares que fueron dichas proyecciones que por fin la iglesia sirvió para -y de- algo. El Grito en sí fue como de costumbre muy breve y al menos para mi -como cada año- poco emotivo.
Respecto al espectáculo circense queda un sabor muy amargo. ¿Por qué? Porque tanto que hablaron del Bicentenario, de la libertad, de valores, de tradiciones y de cultura para ofrecer un espectáculo que bien podría hacer sido la entrada de un programa de variedades o de 'comedia' de cualquiera de las 2 televisoras productoras de basura de este país.
¿Por qué siendo una fecha especial ofrecieron algo así?. Mas allá de que no era en realidad el Bicentenario -como mencioné anteriormente- era eso lo que en teoría 'festejábamos' y siendo así me parece que se necesitaba un espectáculo más solemne, acorde a la importancia de los mentados "200 años de ser orgullosamente mexicanos".
Terminó la fiesta, la 'gran noche' de los mexicanos. ¿Qué nos queda?. Dudas, desempleo, inseguridad, etc. Nos quedan exactamente los mismos problemas que había antes y que con el pretexto de la fiesta se olvidaron de momento. Quedan también muchas preguntas: ¿Cuánto costó la fiesta?, ¿Cómo se va a pagar?, ¿A qué o a quienes les recotarán presupuesto para pagar lo que se gastó?, ¿Era necesario tanto gasto?.
De igual forma se podría preguntar cosas menos relevantes como: ¿Con qué fregados le pegaron al 'Coloso' para que le faltara un pedazo -bastante grande- a uno de sus pies?, ¿Por qué parecía que se iba a desmoronar?. ¿Por qué cuando los acróbatas formaron la palabra 'México' ésta no llevaba acento?, ¿Por qué su 'ángel' no tenía alas?, ¿Qué le pasó a Adela Micha en la cara y por qué no diferencia a unos ciclistas de unos patindores?.
Como dije, ya pasó la fiesta y ahora solo quedan los problemas y el pagar tan 'magna' 'fiesta'. Pero da igual, como hubo fiesta lo demás no importa. Por eso -lamentablemente- el país está como está, ya lo han dicho, 'al pueblo, pan y circo' y eso precisamente lo que nos dan nuestros 'queridos' gobernantes.
Comentarios
Publicar un comentario